8 Capitulo

Él ultimo capítulo. Gracias por acompañarme en esta primera novela en este blog. Mil gracias por cada firma, cada visita y cada seguimiento ♥.
Una novela cortita, espero que les haya gustado y divertido. Nose a ustedes pero a mi ya me dieron ganas de comer chocolate :B jajajaja.
Pero acá no termina todo.... si quieren el epílogo avisen y se los hago. ♥ Sino, comienzo mañana con la siguiente novela "No todo es lo que parece..." Viendo una película que ustedes de seguro la conocen, luego más adelante se van a dar cuenta; se me vinieron muchas ideas así que... mañana comienza la nueva!!!! ¡Aún no la escribí! :B
Nuevamente GRACIAS.... ♥

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Pelo suelto. Ojos con un poco de rimel negro. Un poco de base y nada más. Unos aros, que de adorno tenía una pluma color negro.
Vestimenta: Remera color blanca con letras negras que decía: Lover without indiscretion is no at all lover. Una pollera tiro alto color marrón claro bien claro, con rayas color negro. Y para decorar un cinto color marrón oscuro y ancho, con un anillo también ancho. Unas zapatillas negras, jonh-foos.

Delfina: Woh, hermanita... -Dijo mirandome de pie a cabeza- ¡Que linda!
Paula: Tú también estas linda... -Llevaba puesto un vesitdo blanco corto, suelto. Y unas sandalias color marrones oscuras. Su cabello recogido con una cola al costado, una pequeña cinta blanca. Un poco de maquillaje y unos ascesorios muy lindos-
Delfina: Tus uñas también, ¿eh? -Mis uñas pintas de color rojo-
Paula: Debería darte las gracias, ¿no? -Ella asintió y yo reí-
"Debería darte las gracias" lo recordé a Pedro. Recordé en el momento que lo hice tumbar a mi cuerpo, ya que me estaba torturando con ese masaje. Un escalofrió recorrio mi cuerpo al recordar esa noche, y mi corazón dio un vuelco al recordarlo a él.
Esta misma noche se va. Se va y no vuelve dentro de varios años. ¿Se hirá con su familia? Digo, no creo que sea tan cruel y dijo a su familia pasando año nuevo sola.

Él en esa noche que habíamos tenído nuestra primera cena me contó sobre su vida, su vida dura que tuvo que pasar y afrontar con uñas y dientes.

¡Muy valiente de su parte!

Me contó que luego de haber fallecido su padre. Su madre no paraba de ir en viaje a viaje. Sus hermanas no le hacían tanto caso para poner orden esa casa, era difícil mantener dos hermanas en plena adolescensia, me dijo él. Y la verdad que tenía razón, pero mas lo comprendía porque el era hombre. Esas hermanas necesitaban la atención de una madre, una madre que las acompañe y las aconseje. Era bastante difícil para él.

Esa misma noche me contó lo que su padre le había dejado escrito en un testamento para él. Solo para él.
"Cuida a tus hermanas. Haz te cargo de la empresa". Muchas responsabilidades tenía.
Y yo en ese momento me di cuenta que demasiadas resposabilidades tenía para yo meterme en una de ellas. No, claro que no.

Le conté parte de mi vida. Le conté sobre mis padres, sobre mi hermana... y sobre la familia que nunca llegué a tener.
Practicamente le conte toda mi vida, no solo una parte. Toda mi vida.

¿Esa misma noche será que me enamore de él sin darme cuenta? ¿Será que haber dejado que se metiera solo en un pedacito de mi corazón, estuvo mal?

Se muy bien que no me enamore de su fisico. Esa noche me llegó a sentir confundida.
Cuando lo conocí pensé <<es un hombre terco, hueco, tonto y fastidioso>> pero no, me equivoque. No era un hombre terco, hueco, tonto y ni mucho menos fastidioso. Cuando me contó de su vida, mi corazón latía a mil por horas, como si fuera que quería salir y encontrarse con él suyo.
Su rostro era inolvidable cuando me contaba todo. Mis ojos estaba muy concentrados en su mirada, en su boca, su nariz, sus mejillas que por ahí ardían, su lengua que hacía humedecer su boca, sus ojos, sus cejas, pestañas. Su rostro completo.

La verdad que sin darme cuenta de ser mi jefe, de ser mi fantasía, paso a hacer un amor lejano, un amor sin oportunidades.
Me enamoré de una persona prohibida para mi. Una persona que estaba en un nivel al que yo no estaba.

Pero me tiene que quedar claro: Olvidarme de él. Eso es lo que tengo que hacer. Olvidarlo.
  Se muy bien que se va. Se va y no lo volveré a ver. Renuncié para no seguir viendolo, para no saber nada de él. Pero era imposible olvidarme de su rostro cada vez que entraba al negocio de chocolates.

Es cuestión de tiempo....

Diez, nueve, ocho, siete, seís, cinco, cuatro, tres, dos, ¡UNO!
Delfi/Pau: ¡Feliz Año Nuevo! -Sonreímos las dos-
Tristeza es lo que sentía, pero felicidad quería ganarle. Pero era imposible. ¡Solas...!
Salimos al pequeño patió junto con Moro. Moro era el nombre que había elegido para el pequeño cachorro.

La luz de cada estallido era increíble. Único. Realmente era muy lindo. Pero mucho mas lindo sería con una familia unida. Una mamá y papá, alado.
Delfina: Triste pero... -Me miro- linda a la vez. -Se le humedecieron los ojos-
Paula -La abracé-: Somos una familia. Nos tenemos nosotras dos, y eso basta por el momento.
Delfina: Un abrazo de mamá y papá es lo que falta. -Una lagrima recorrió una mejilla de ambas- Aunque... tú me recordas mucho a mamá cuando me retas y me abrazas.
Paula -Sonreí-: Tenemos un integrante mas en la familia también... -Dije alzandolo a Moro- Un nuevo compañero.
Delfina sonrió y volvimos a entrar.
Delfina: Espero que te guste... -Dijo entregandome un regalo-
Paula -Baje a Moro-: Hum... haber... -Sequé mis lagrimas y comencé abrir el regalo. Una hermosa cajita; cuando la abrí había una cadenita- "Te amo". -Era un corazón que se lo abría y decía "Te amo" y una foto mía y de ella- Gracias, me encanta hermanita. -La abracé- Yo también te amo! -Me dio un beso en la mejilla al igual que yo- Para, que tú también tenes...
Le entregué el regalo. Rápidamente comenzó a romper el papel: Dicen que trae suerte. Era un celular. Si, ese celular que tanto quería ella. Desde pequeña decía que quería un celular, lo tuvo pero ella siempre deció uno solo.
Delfina: Sos grosa. -Sonrió abrazandome- Gracias.
Paula -Sonreí-: ¡Te mato si lo perdes! -Dije riendome-
Delfina: ¿Y Morito?
Paula: Un plato de comida. -Reí- Viniste hoy... -Dije acariciandolo-

El timbre de nuestra casa sonó. Me sorprendí porque nadie iba a venir; pero me imagine que pudira ser mi amiga Zaira.
Delfina: Anda vos... -Dijo sonriendo- Yo le doy de comer.
Paula: Bueno. -Me parte, ya que estaba arrodillada y corrí hacía la puerta-

No, no, no, no. No podía ser... no, no. No podía ser él. ¡Pedro! Pedro Alfonso.
Baje mi mirada y comencé la vista de pie a cabeza. Llevaba unas zapatillas color negras marca "Pony". Un jean negro algo ajustado. Una camisa blanca, estaba arremangado hasta los codos, y tenía tres botones desprendidos de esa camisa tan sexy. Se le notaba el pecho y algunos cabellos de su pecho tan sexy. Y un pequeño ascesorio, un rosario muy lindo.

Mi corazón dio varios saltos y un vuelco y volvió a su lugar pero con una latidación bastante apresurada.

Llegué a su rostro. Su rostro, bello. Su mirada ardiente. Sus ojos, boca, nariz, cejas, todo su rostro. Quería acariciar esas mejillas, sentir una vez mas esos labios tan seductores.
Paula: ¿Qué haces acá? -Sin salir de lo sorprendida que me encontraba-
Pedro: ¿Te sorprendí? -Sonrió-
Paula: Bastante. ¡Linda sorpresa!
Pedro: Hum... -Sonrió- Es lo que quería escuchar.

Se abalanzó hacía si y me dio un abrazo. Abrazo que a la cual reaccióne. ¿Cómo explicar ese abrazo? Hum. Fue un abrazo, un abrazo lleno de amor. Un abrazo tan extrañado de mi parte. ¿De la suya? Al parecer si.
Pedro -Separandose-: Estoy completamente enamorado de vos. -Sonreí sorprendida- Te amo Pau.
Paula: Yo también te amo. -Dije rodeando mis brazos en su cuello- Y también estoy enamorada de vos.
Él sonrió y con sus manos agarro mis mejillas y comenzó a besarme con ese amor. Con esa suavidad, con ese cariño. Con ese beso me hizo sentir que de verdad siente lo que me dijo.
Una y otra vez repetía lo mismo, entre besos. Al igual que yo.
Pedro -Mirandome a los ojos-: Debes poner fecha y horario.
Paula: ¿Fecha y horario?
Pedro: Porque me quiero casar con vos. Quiero vivir la vida con vos. -Dijo apartando un mechón de mi rostro- Sos la mujer perfecta.
Paula: Te amo, te amo. -Me colgué de su cuello y abrazandolo-
Pedro: Te lo hago mas lindo... -Me separé un poco del abrazo- ¿Queres casarte conmigo?
Paula: Si, obvio que quiero. -Lo besé tiernamente- Te amo.
Pedro: Te amo. -Sonreí-

FIN (?